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CONOCE EL MUNDO FISIO

Empezamos con nuestra nueva sección, consejos de fisio, con Iñaki Rawinad, qué nos cuenta un apartado específico para intentar que las lesiones cada vez sean menos habituales en tu rendimiento deportivo: 

«La entrada de hoy, la primera, habla sobre un término muy recurrente en diferentes ámbitos del deporte: el entrenamiento funcional, Pilates, HIT, ejercicios hipopresivos…

Este término es el Core, nombre inglés por el que se conoce a los músculos abdominales. Más allá de determinar al famoso “Six pack”, el Core hace referencia al núcleo del tronco y su relación con el resto del cuerpo:

Los músculos abdominales son la faja anatómica de la que está provisto el cuerpo y que, con un buen funcionamiento, sujeta el tronco correctamente y protege en primera instancia a la columna lumbar. Son cuatro en total:

El músculo transverso del abdomen, el músculo oblicuo interno y oblicuo externo (conocidos como “oblicuos”), el recto anterior del abdomen (los cuadraditos). Y todos ellos salen bien referenciados en esta imagen donde se muestran solapados uno sobre el siguiente formando esta faja que se extiende entre las ultimas costillas y la pelvis.

El fortalecimiento de este grupo muscular es muy importante para cualquier deporte, sin excepción, aunque nos centraremos en el ejemplo del baloncesto. Los abdominales coordinan el movimiento del tronco y la pelvis: se encargan de que éste rote y se incline hacia los lados y de frente. Cuando estas acciones no son controladas o no hay fuerza suficiente, es otra estructura la que paga esta descompensación:

Las protrusiones y las hernias discales de los discos de la columna lumbar sufren mucho el estrés mecánico con las rotaciones del tronco, que durante un entrenamiento o partido de baloncesto son muy repetitivas, incluso sólo por seguir el balón con la mirada. Sin tener que llegar a un pronóstico drástico, los dolores lumbares también son síntomas de una musculatura abdominal que no es lo suficiente fuerte, sin que conlleva una patología grave como una hernia, que también puede doler.

La espalda no es la única beneficiada. Las lesiones en las piernas se suceden con menor frecuencia y gravedad cuando los abdominales están dotados de un buen acondicionamiento. Esto es debido a que si nuestra faja asume mayor parte del cuerpo y lo transmite con mayor armonía hacia las piernas, éstas trabajaran mejor y les costará más cansarse. Si no se cansan tanto, serán menos los malos pasos que dan y, de este modo, cuando ocurra no claudicará ante el evento inesperado. Es así como los esguinces de tobillos, de rodilla o molestias musculares se volverían mucho más esporádicas.

Incluso hablando de un deporte más lesivo que el baloncesto con más traumatismos en las piernas más repetidos como es el fútbol, el trabajo del Core es primordial, como enseña la siguiente lista, en la cual se muestra que el ejercicio compartido entre todos los equipos de la Premier League es el fortalecimiento del Core.

En definitiva, un trabajo activo de fuerza de la región abdominal es imprescindible para desempeñar un papel correcto en baloncesto o en otros deportes y mantenerse alejado de las lesiones».


SEGUNDA PUBLICACIÓN: ¿Cómo solucionar un esguince de tobillo?


Iñaki Rawinad, nuestro fisio, nos responde a esta pregunta en la segunda entrega de la sección "Conoce el Mundo Fisio". ¡Muy interesante lectura! 

"La principal lesión del baloncesto es el esguince de tobillo. ¿Quién no ha sufrido ese crujido al caer jugando? ¿Quién no ha estado cojeando desde que se levanta, moviendo el pie y que suene como una hormigonera? Y lo peor de todo, ¿quién no ha sufrido un esguince en el mismo pie una y otra vez?

Por más prevención que tengamos, el evento inesperado puede suceder y nuestro tobillo puede fallar. A pesar de ello, es importante fortalecer los tobillos (primera recomendación), sobre todo tras una lesión previa. Aun con todo, la mala suerte existe y el deporte de contacto juega su papel.

Dejando de lado todo este pesimismo, un reciente artículo científico1 ha arrojado luz sobre este tema, centrándose en el baloncesto además, y da con ciertas claves de cómo diagnosticar la probabilidad y evitar sufrir un esguince de tobillo. 

El enfoque principal que da el estudio se centra sobre cuánto se puede doblar la articulación principal del tobillo, la que une la tibia con el pie, la articulación tibio-tarsiana. Lo que hicieron fue medir esta capacidad de flexión (dorsiflexión en adelante) antes y después de los partidos y, tras comparar resultados, descubrir que esta flexión del tobillo queda disminuida 48 horas después de haber jugado el encuentro. 

La falta de movilidad completa de la dorsiflexión se traduce en muchas ocasiones en lesión. A menor dorsiflexión, mayor riesgo de sufrir un esguince de tobillo, una rotura de ligamento cruzado anterior, o una tendinitis rotuliana.

Un modo de solventar esta rigidez provocada en la articulación es estirar: el estiramiento de los gemelos y el sóleo profiere mayor movilidad al tobillo3, aunque no es conveniente hacerlo justo después del partido. De eso hablaremos otro día, en la entrada de estiramientos.

En definitiva, tras los partidos la exigencia de cambios de ritmos, saltos… supone un esfuerzo para los tobillos que se traduce, a medio-largo, plazo en una mayor probabilidad de sufrir una lesión. A pesar de todo, estirar los gemelos y el sóleo después de los partidos (desde unos 10 minutos después del final) puede ser la gran clave para prevenir. 

Sin embargo, no todos los problemas se arreglan estirando, por desgracia. Si alguna molestia a nivel del tobillo o rodilla se mantiene, puede ser útil acudir a un fisioterapeuta para llegar al origen del asunto".

Referencias:

1. Moreno-Pérez V, Del Coso J, Raya-González J, Y Nakamura F, Castillo D. (2019)Effects of Basketball Match-Play on Ankle Dorsiflexion Range of Motion and Vertical Jump Performance in Semi-Professional Players. J Sports Med Phys Fitness 

2. Backman LJ, Danielson P.(2011) Low Range of Ankle Dorsiflexion Predisposes for Patellar Tendinopathy in Junior Elite Basketball Players: A 1-year Prospective Study. Am J Sports Med, 39 (12), 2626-33

3. Radford JA, Burns J, BuchbinderR, Landford KB, Cook C.(2006) Does Stretching Increase Ankle Dorsiflexion Range of Motion? A Systematic Review. Br J Sports Med, 40 (10), 870-5; discussion 875 

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